1. Apertura del Canal – Conexión Matriz Divina

El proceso inicia con la purificación del campo y el establecimiento de un canal claro de comunicación con el Ser Divino Superior, los fractales álmicos y el equipo divino de apoyo. Aquí se aprende a:

- Sintonizar con la Fuente original.

- Escuchar la guía interna.

- Distinguir la voz del Ser de las interferencias del ego o las distorsiones.

 

2. Detección y Purificación de Energías Densas

Con el canal limpio, se aprende a identificar vibraciones densas en el cuerpo, la mente, los espacios y las relaciones. Esta fase incluye:

- Reconocimiento de interferencias energéticas no alineadas.

- Transmutación dirigida por el Ser Superior.

- Liberación amorosa sin lucha, sin miedo, sin juicio.

 

3. Activación del Cuerpo Energético

Aquí se accede a los niveles más profundos del cuerpo sutil. Se activa:

- La energía pránica y el flujo vital.

- Los cinco Tattvas o elementos internos.

- La kundalini y su danza ascendente.

- Chakras, nadis y estructuras metafísicas que sostienen la expansión.

 

4. Servicio Consciente y Canalización en Amor

Una vez que el proceso es integrado internamente, se expande hacia el servicio a otros. Aquí el alma se vuelve canal de ayuda vibracional:

- Facilitando limpiezas energéticas.

- Transmitiendo códigos y frecuencias que despiertan.

- Sosteniendo campos resonantes para el despertar de otros.

 

5. Maestría: El Arte de la No-Acción

En la etapa final, todo se suelta. No porque se rechace, sino porque se ha trascendido. El Ser habita el Silencio, y desde ahí transforma. Aquí nace:

- La Presencia que sana sin hacer.

- La irradiación que disuelve sin palabras.

- El recuerdo viviente del Uno que Es, más allá de forma y función.